viernes, 17 de diciembre de 2010

Londres

Mi primer post no podía ser otro que no fuera de Londres. No sé que tiene esta ciudad que me fascina y me tiene totalmente enganchada. Para muchos es una gran ciudad con 7.500.000 de personas que a veces resulta triste por su clima gris. Pero también esto forma parte de su encanto. ¿Qué sería de Londres sin la imagen de las calles llenas de niebla en las que lo único que se distingue son las luces de las farolas? Además la lluvia también tiene su parte buena, te hace ver el reflejo de las cosas, su otra cara.

Esta gran ciudad alberga tal riqueza de culturas que es lo que la hace especial. No se queda sólo en el típico inglés, si no chinos, indios, eslovacos, turcos, polacos, españoles, gente de todos los países del mundo vienen a esta ciudad en busca de trabajo, por aprender inglés, en busca de algo, quizás de una oportunidad o simplemente por tener una experiencia. Y sin esta mezcla no existirían barrios como Chinatown o Brick Lane. No existirían el mix de lenguas o la cantidad de restaurantes con comida de todos los países.

Londres es una mezcla de contrarios. Del caos de Oxford Street con la calle abarrotada de gente y los ejecutivos en las zonas financieras de la City o Canary Wharf a la tranquilidad de los parques como Hyde Park, Regents Park o los barrios de casitas de colores con las puertas azules y rojas como Chelsea o Nothing Hill. Y por qué no, quizás uno de los mejores planes de Londres sea pasar la tarde en uno de esos parques contemplando el paisaje.

Un invierno casi sin luz y un verano que amanece a las 4 de la mañana. El lujo de Harrods y New Bond Street a los puestos de vagabundos en Brick Lane Market. Mezcla la historia con edificios tan antiguos y bonitos como el parlamento, el Big Ben, Westminster Abbey, Trafalgar Square y el aire cosmopolita y moderno de la ciudad con las pantallas de Picadilly Circus. Es una ciudad llena de arte, desde el más antiguo del British Museum al más contemporáneo con la Tate Modern y por supuesto el arte callejero de Camdem.

Algo hace en mí que consigue que me lance, que haga cosas que en otra situación no haría. Y eso me gusta, me hace actuar con la barriga en vez de con la cabeza. Hace que me empape por hacer una foto, me hace salir con lo puesto sin plan de ida o vuelta, me hace arriesgarme, no pensar pero disfrutar al máximo. Tiene algo mágico que engancha que te hace repetir y echarla de menos. ¿Por qué no iba a ser mi ciudad favorita? Es una ciudad de oportunidades, a mí me las dio. Me cambió.

Si. Por todo esto me encanta y por eso quiero volver. Porque sé que siempre me espera algo nuevo. Y porque hace que las pequeñas cosas se conviertan en grandes momentos.

El primer paso

No tenía muy claro sobre qué quería escribir en mi blog. No se me ocurría ni título ni qué forma darle. Quería centrarme en algo pero a la vez no quería limitar los temas. Sólo tenía ganas de escribir algo. Así que he decidido escribirlo sobre viajes. No el viaje en si, si no todo lo que implica. Quiero escribir sobre momentos, experiencias y lugares. No simplemente sobre la descripción de un lugar al que he ido sino de lo que viví allí. Y como viajar parece que es lo que mejor se me da allá voy.

Viajar se ha convertido en algo esencial en mi vida. Más allá de todos los lugares que puedas conocer están las experiencias que vives y te hacen ser como eres. Conoces gente nueva, diferente, otras culturas y por supuesto otros lugares distintos al tuyo. Creo que la diversidad de estos lugares también te enseña a valorar el tuyo propio. Y cada viaje va a formar parte de lo que sea en un futuro.